Morelos atraviesa una alarmante crisis en Inversión Extranjera Directa (IED), según los últimos informes del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) y la Secretaría de Economía. Durante el primer semestre de 2023, la inversión extranjera en el estado fue tan solo de 71.8 millones de dólares, marcando una drástica caída en comparación con años anteriores.
Para poner las cosas en perspectiva, esta cifra representa solo el 12% de lo registrado en 2018 durante la gestión del entonces gobernador Graco Ramírez, quien logró una inversión extranjera directa de 603 millones de dólares.
Si bien es cierto que la IED puede presentar variaciones significativas derivadas de procesos administrativos, el descenso en inversión puede reflejar la incertidumbre que impera en el entorno actual y afecta la dinámica de la inversión foránea.
En medio de un fenómeno de relocalización industrial a nivel global, Morelos se encuentra en una posición privilegiada para atraer operaciones manufactureras que buscan cambiar de ubicación desde China o que están buscando desarrollarse en el hemisferio occidental. No obstante, el gobierno local parece desinteresado en aprovechar y mejorar las condiciones para facilitar las inversiones.
La falta de disposición por parte del ejecutivo local para desarrollar proyectos de inversión en favor de los morelenses, sumada a la preocupante situación de seguridad en la entidad, hace que esta oportunidad única se desvanezca. Lamentablemente, la política económica del actual gobierno estatal durante casi cinco años parece haberse centrado más en ahuyentar inversiones que no le reporten beneficios directos, en lugar de priorizar el bienestar de la población y el desarrollo de Morelos.