A menos de un año de llevarse a cabo la elección de 2024, nueve son los Gobernadores que se encuentran preparando el terreno político para su salida, entregarán el cargo y todos ellos buscan dejar asegurado el puesto a sus “afines”, sin embargo, dos casos son los que llaman la atención por los riesgos que corren los Gobernadores Cuauhtémoc Blanco de Morelos y Diego Sinhue Rodríguez de Guanajuato, ya que son varios los aspirantes “corcholatas” que no les deben lealtad ni compromiso.
En el caso de Cuauhtémoc Blanco, Gobernador de Morelos, la carrera por asegurar su sucesión se perfila como un verdadero desafío, Blanco impulsa a Víctor Mercado, su actual Coordinador de Asesores y a Margarita González, quien formó parte de su gabinete al inicio de su sexenio, lastimosamente para él, hay más aspirantes y mejor posicionados con los que no ejerce ni cordialidad, ya que figuras como la Senadora con licencia Lucy Meza, Rabindranath Salazar, Coordinador General de Política y Gobierno de la Presidencia de la República, Juan Ángel Flores, Alcalde de Jojutla, entre otros, son aspirantes más fuertes y mejor posicionados.
La diversidad de candidatos y sus posiciones privilegiadas en la escena política local y nacional hacen que Blanco deba replantear su estrategia si quiere evitar un resultado similar al de exgobernadores que cayeron en desgracia.
En Guanajuato, la lucha por el poder también está en pleno auge, los ojos están puestos en Libia Dennise García Muñoz Ledo, Secretaria de Desarrollo Social y considerada como la «corcholata» del Gobernador Diego Sinhue Rodríguez. Sin embargo, la Alcaldesa de León, Alejandra Gutiérrez Campos, cuenta con el respaldo de Marko Cortés, Presidente Nacional del PAN, lo que agrega un elemento de tensión a la contienda.
La peculiaridad en Guanajuato es que, como sucedió en 2023 con el -hasta entonces- bastión priista Estado de México, el considerado bastión panista Guanajuato, parece indicar que se «pintará de guinda» en 2024, con Morena quienes suenan fuertes son Ricardo Sheffield actual titular de PROFECO y Ernesto Prieto Ortega titular del Instituto Para Devolver al Pueblo lo Robado, con quienes también sabemos el Gobernador no lleva buena relación.
Cuauhtémoc y Diego, deben estar preocupados porque todo indica que sus elegidos no serán próximos Gobernadores, bueno ni candidatos, es hora de comenzar a “comer sapos” si no quieren terminar como los Duarte, Roberto Sandoval o Mario Marín.
Si no se adaptan y encuentran formas efectivas de enfrentar y relacionarse con sus contrincantes, corren el riesgo de sufrir el destino de la desgracia. En esta etapa crucial, es fundamental que Blanco y Rodríguez reconsideren sus estrategias, veremos que tan buenos “ajedrecistas políticos” resultan.