Carlos Lara Moreno
La presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, afirmó que el incremento al Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) aplicado a las bebidas azucaradas no tiene fines recaudatorios, sino que busca que los mexicanos consuman menos refrescos y gasten menos en ellos, al tiempo que se previenen enfermedades como la obesidad, la diabetes y la hipertensión.
Durante su conferencia matutina, explicó que el aumento de un peso por lata representa un gasto adicional de apenas 30 pesos al mes para quien toma una diaria, pero con un impacto positivo en la salud pública.
“El objetivo siempre fue reducir el consumo de refresco. Si una persona toma una lata diaria, el incremento representa 30 pesos al mes, entonces en vez de 30 latas serían 29 o 28. No es para recaudar, sino para que se consuma menos bebida azucarada y los mexicanos ya no gasten más en algo que les hace daño”, sostuvo.
La mandataria destacó que las empresas refresqueras se comprometieron a reformular sus productos y que la Cofepris verificará que cumplan con la reducción del 30% en el contenido de azúcar.
“No es nada más que te propongan y no se cumpla; Cofepris tiene que medir que efectivamente el refresco tenga 30% menos de azúcar”, advirtió.
Acuerdo con la industria: menos azúcar, publicidad responsable y transparencia
El subsecretario de Integración y Desarrollo del Sector Salud, Eduardo Clark García Dobarganes, informó que el gobierno federal y las principales embotelladoras del país alcanzaron un acuerdo histórico para reducir el consumo de refrescos, mediante compromisos verificables y públicos.
“No lo estamos haciendo a escondidas; son compromisos medibles, que los mexicanos deben conocer”, señaló el funcionario, al detallar que Coca-Cola se comprometió a que para octubre de 2027, el 70% de su portafolio original tendrá 30% menos azúcar.
Entre los acuerdos se incluyen:
Reformulación de productos: las bebidas con azúcar deberán contener 30% menos en 12 meses.
Publicidad responsable: dejarán de dirigir anuncios de refrescos con azúcar a niños y adolescentes.
Promoción de alternativas: los refrescos sin azúcar se promoverán como opciones menos dañinas, sin fomentar su consumo.
Transparencia y verificación: los compromisos se harán públicos para seguimiento ciudadano y de Cofepris.
Impuestos diferenciados para bebidas con y sin azúcar
Clark precisó que, tras el diálogo con la industria, se acordó mantener el IEPS de 3.08 pesos por litro para las bebidas con azúcar, mientras que las versiones “light”, “cero” o “de dieta” pagarán 1.50 pesos por litro, es decir, la mitad.
Sheinbaum explicó que esta medida corrige una distorsión de años, cuando los refrescos sin azúcar estaban exentos pero las empresas los vendían al mismo precio.
“Antes no tenían impuesto, pero las refresqueras equipararon el precio y le metieron una ganancia mayor al refresco light. Ahora se les dijo: además de pagar el IEPS, tienen que costar más barato si realmente son para beneficio de la salud”, puntualizó.
Cambio cultural en marcha
México es el mayor consumidor per cápita de refrescos en el mundo, recordó el subsecretario Clark, y el objetivo del gobierno es triple:
Que la población consuma menos refresco,
Que opte por alternativas menos dañinas, y
Que niños y adolescentes retrasen o eviten su consumo.
“El refresco va a tener menos azúcar y se va a promover una cultura de consumo más responsable”, afirmó Clark.
Sheinbaum concluyó que el nuevo esquema fiscal y el acuerdo con la industria son parte de una política de salud pública transparente, enfocada en proteger la economía y la salud de las familias mexicanas.
“El acuerdo al que se llega es transparente, se informa a la población y su objetivo es reducir los impactos de las bebidas azucaradas en la salud y en el bolsillo de las y los mexicanos”, enfatizó.