El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva para clasificar al fentanilo como un “arma de destrucción masiva”, una decisión que eleva el tono del combate a esta droga sintética y reaviva la presión política y diplomática contra los cárteles mexicanos.
Una orden con mensaje político y de seguridad nacional
Durante un acto en la Casa Blanca, Donald Trump afirmó que el fentanilo ha causado estragos comparables a una guerra:
“Si esto fuera una guerra, sería una de las peores guerras”, declaró el mandatario, al estimar que entre 200 mil y 300 mil personas mueren cada año por consumo de esta sustancia, una cifra que —según él— supera ampliamente los registros oficiales.
Con la firma de la orden, el gobierno estadounidense busca endurecer el enfoque legal y de seguridad contra el tráfico de fentanilo, una droga hasta 50 veces más potente que la heroína, que domina el mercado ilegal de opioides en Estados Unidos.
Las cifras oficiales: el tamaño real del problema
De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC):
- Más de 250 mil personas murieron entre 2021 y 2023 por sobredosis relacionadas con opioides sintéticos, principalmente fentanilo.
- En 2024, último año del gobierno de Joe Biden, se registraron 80 mil 400 muertes por sobredosis, lo que representó una reducción del 27% respecto al año anterior y el nivel más bajo desde 2019.
Aunque la tendencia muestra una baja, el fentanilo sigue siendo la principal causa de muerte por sobredosis en el país.
Cárteles mexicanos y frontera, en el centro del discurso
Trump insistió en que los cárteles mexicanos son responsables directos del tráfico de fentanilo hacia Estados Unidos, y aseguró que existe una intención deliberada de causar daño:
“Quieren matar a estadounidenses”, sostuvo.
El anuncio se realizó durante un evento de condecoración a militares por su labor en la frontera con México, reforzando el vínculo entre seguridad fronteriza, narcotráfico y crisis de salud pública.
Trump presume resultados y señala a China
El mandatario republicano afirmó que durante su administración se logró:
- Una reducción del 50% en la cantidad de fentanilo que cruza la frontera, según datos de su gobierno.
- Mayor cooperación de China, país señalado históricamente como origen de precursores químicos usados para fabricar fentanilo.
“Hemos reducido la cifra a un número mucho menor. No es satisfactorio, pero pronto lo será”, afirmó.
Qué implica declarar al fentanilo como “arma de destrucción masiva”
Aunque el fentanilo no es un arma militar, esta clasificación podría permitir:
- Sanciones más severas y marcos legales ampliados contra redes de tráfico.
- Mayor intervención de agencias federales bajo esquemas de seguridad nacional.
- Presión internacional sobre países vinculados a la cadena de producción y distribución.
Expertos advierten que el impacto real dependerá de cómo se aplique la orden y de la coordinación con México y otros países.
La decisión de Donald Trump marca un endurecimiento del discurso y la estrategia contra el fentanilo, una droga que sigue cobrando decenas de miles de vidas cada año en Estados Unidos. Mientras la Casa Blanca apunta a los cárteles mexicanos y presume avances, el debate sobre salud pública, cooperación internacional y control de drogas vuelve al centro de la agenda.
