Al filo de la noticia
En el Senado, legisladoras, especialistas y activistas —entre ellas Olimpia Coral Melo, referente nacional en la defensa de derechos digitales— coincidieron en un diagnóstico urgente: México necesita visibilizar y legislar con mayor fuerza contra la violencia digital, un tipo de agresión que ya afecta a 10.6 millones de mexicanas desde los 12 años, según datos del INEGI.
La ONU volvió a encender las alarmas sobre una realidad que, aunque repetida, no deja de ser devastadora: el machismo está presente en al menos el 60% de los asesinatos de mujeres en el mundo. Según un nuevo informe de ONU Mujeres y la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito, casi 50 mil mujeres y niñas fueron asesinadas en 2024 por sus parejas o familiares, lo que confirma que el hogar continúa siendo el lugar más peligroso para ellas.
Moni Pizani Orsini, representante de ONU Mujeres en México, recordó que el 25 de noviembre nació de la fuerza del movimiento feminista latinoamericano y del legado de las hermanas Mirabal, asesinadas por la dictadura de Trujillo en 1960.
El Gobierno federal lanzó la campaña 25N contra la violencia sexual y digital; Zacatecas se sumó con un llamado a homologar políticas de protección a mujeres.
Durante la Mañanera del Pueblo, y en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, la secretaria de las Mujeres, Citlali Hernández Mora, delineó los primeros resultados del plan integral contra el abuso sexual y llamó a consolidar un cambio cultural que involucre a toda la sociedad.
En el Congreso, las y los diputados de Morena levantaron la voz con fuerza y contundencia. No fue un posicionamiento más, sino un mensaje directo: no van a permitir que se minimice ni se normalice el acoso sexual que vivió la presidenta Claudia Sheinbaum en pleno Centro Histórico. Para ellos, lo ocurrido no es una anécdota, es una señal grave de que la violencia contra las mujeres sigue ahí, incluso cuando se trata de la jefa del Estado mexicano.
El médico e influencer Octavo Arroyo asume responsabilidad por sus comentarios y defiende la validez de la grafología.
