Vie. Jul 26th, 2024
Cuauhtémoc, Ciudad de México, México, 15 de marzo de 2023. Andrés Manuel López Obrador, Presidente de México en conferencia de prensa en el Salón Tesorería de Palacio Nacional. Acompaña al mandatario: Ana Elizabeth García Vilchis. Foto: /Presidencia

En una acción que ha resonado a lo largo de los corredores del poder y en las esquinas más remotas de las redes sociales, la ausencia del presidente Andrés Manuel López Obrador durante la conmemoración del 107 aniversario de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en el Teatro de la República en Querétaro se ha interpretado como un acto de indiferencia hacia la piedra angular de la democracia mexicana y sus tradiciones más sagradas.

Este hecho no solo ha levantado críticas de figuras políticas como el ex gobernador de Tabasco, Roberto Madrazo, quien destacó la importancia de la presencia presidencial en eventos de tal magnitud, señalando una preocupante devaluación del Poder Judicial por parte del Ejecutivo, sino que también ha encendido las alarmas entre periodistas y analistas políticos que ven en esta ausencia una señal alarmante de distanciamiento con las instituciones y principios que rigen la nación.

El presidente López Obrador, conocido por su retórica de transformación y cambio, parece haber optado por priorizar otros eventos, como su visita al Estado de México para supervisar obras del Tren, sobre la reverencia y el respeto que demanda la conmemoración de nuestra ley fundamental. Esta decisión, lejos de ser un hecho aislado, se inscribe en un patrón de comportamiento que ha preocupado a sectores de la sociedad que ven en la figura presidencial un alejamiento progresivo de los rituales que fortalecen la cohesión social y el respeto a nuestras leyes.

Es particularmente inquietante que este desaire suceda en momentos en que el propio presidente ha criticado reformas anteriores a la Constitución, promoviendo en cambio su propia visión de transformación. Este acto se lee no solo como una contradicción en términos, sino como una muestra de desdén hacia el documento que es, en última instancia, el fundamento de todo el entramado legal y político del país.

La crítica se hace eco no solo en los espacios políticos y mediáticos tradicionales sino también en las redes sociales, donde usuarios expresan su descontento y preocupación por lo que consideran una falta de respeto a la tradición y a la ley. Esta situación plantea interrogantes sobre la relación del presidente con la prensa y la opinión pública, ya que no es la primera vez que su ausencia marca un evento de importancia nacional.

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