Cuernavaca, Morelos, conocida como la ciudad de la “Eterna Primavera” por su belleza natural y clima agradable, se ha convertido en un territorio asediado por la violencia intrafamiliar y el crimen organizado, lo que ha ocasionado que pierda su atractivo turístico y su desarrollo económico se vea truncado desde 2018.
Diferentes grupos del crimen organizado han tomado el control de la mayoría de los municipios, sembrando el terror entre la población y dejando una sensación de desprotección generalizada. Los delitos como feminicidios, cobro de piso, homicidios dolosos y secuestros se han vuelto cotidianos, alcanzando cifras alarmantes. El secuestro, en particular, ha aumentado un 573.8% desde 2017 hasta 2022, lo que refleja la gravedad del problema.
Ciudades que eran destinos turísticos populares como Cuernavaca, Tepoztlán, Cuautla, Jojutla, Tlayacapan y Xochitepec ahora parecen abandonadas y descuidadas, ya que los turistas se alejan debido a la inseguridad reinante.
Los empresarios señalan la falta de voluntad por parte del gobierno para combatir el crimen, acusando complicidad y corrupción en las autoridades estatales. El “cobro de piso” se ha convertido en una de las actividades ilícitas más redituables para el crimen organizado en las zonas turísticas de Morelos, y los comerciantes denuncian la falta de respuesta efectiva por parte de las autoridades.
Las estadísticas reflejan un panorama desalentador, mostrando un aumento del 26% en delitos como el narcomenudeo y las amenazas entre 2017 y 2022. Morelos se ha posicionado como el segundo lugar nacional con más homicidios dolosos, reportando más de 7 mil asesinatos debido a la violenta disputa por la plaza.
La presencia de las fuerzas armadas y la Guardia Nacional no ha sido suficiente para contener la violencia, evidenciando una nula gobernabilidad en la entidad y una alta penetración del crimen organizado en las instituciones estatales, alimentada por la corrupción.
La situación en Morelos es alarmante y exige una acción urgente y decidida por parte de las autoridades para devolver la seguridad y la paz a esta hermosa región. El futuro económico y el bienestar de sus habitantes dependen de ello, y es imperativo que se enfrenten de manera enérgica y efectiva los problemas de violencia intrafamiliar y crimen organizado que asolan el estado.