La inversión extranjera directa (IED) en Morelos sí va tan mal como parece, de acuerdo a las cifras más recientes del INEGI y la Secretaría de Economía, este primer semestre de 2023 la inversión extranjera en el estado es de $71.8 millones de dólares.
Lo anterior, no es un dato menor puesto que significa solo el 12% de lo registrado en el último año en la gestión del entonces gobernador Graco Ramírez, quien en 2018 registró un monto de inversión extranjera directa por $603 millones de dólares.
Debe señalarse que en ocasiones hay grandes saltos en el registro de la IED derivados de procesos administrativos, pues hasta que se documentan las inversiones los montos se suman.
No es imposible que eso haya ocurrido en el periodo enero-junio, y no tanto una caída tan severa pero, también puede ocurrir que la incertidumbre que existe en el entorno ya se esté haciendo presente en la dinámica de la inversión foránea.
Morelos tiene una oportunidad única en la coyuntura de los procesos de relocalización industrial que se están dando a nivel nacional y global, que están atrayendo a esta zona del mundo operaciones manufactureras que están ahora localizadas en China o bien, proyectos que ya no se desarrollarán allá y se concretarán en el hemisferio occidental.
Desafortunadamente, las autoridades locales no parecen tener empacho alguno en aprovechar y mejorar las condiciones para facilitar las inversiones, hay nula disposición por parte del ejecutivo local para desarrollar proyectos de inversión en favor de los morelenses, aunado al pésimo clima en materia de seguridad por el que atraviesa la entidad.
Una oportunidad es eso, aprovecharla exige acciones y decisiones que cruzan con la política económica, que en los casi cinco años de gobierno actual, se ha encargado de ahuyentar inversiones que no lleven una tajada a su nombre.